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La sensibilidad creadora de Joan Miró alcanzó tal nivel que, según afirmaría Vicenç Altaió, nunca vio la diferencia entre la poesía escrita y el poema plástico: “No escribía con la boca, sino con los ojos”. Lector voraz, Miró fue un entusiasta de la poesía contemporánea hasta el punto de colaborar activamente con referentes internacionales como Tristan Tzara, Paul Éluard, René Char o Robert Desnos. Además, incluiría entre su círculo de amistades a numerosos poetas catalanes, como Joan Salvat-Papasseit, Josep Carner, Carles Sindreu, Joan Brossa, Joan Perucho, Salvador Espriu, Miquel Martí i Pol, Pere Gimferrer o Josep Vicenç Foix, con el que mantendría una estrecha relación durante prácticamente toda su vida.

‘El vol de l’alosa. Els poetes mallorquins a Joan Miró’

A lo largo de su trayectoria profesional, Joan Miró colaboró en 109 poemarios, algunos de ellos pertenecientes a clásicos de la escuela mallorquina, como Miquel Costa i Llobera. Residente en Mallorca desde mediados de los años cincuenta, el artista catalán desarrollaría importantes sinergias creativas con los poetas isleños hasta el punto que, en 1973, se editaría un volumen dedicado al pintor. “El vol de l’alosa. Els poetes mallorquins a Joan Miró” incluye hasta 19 textos firmados por Miquel Dolç, Josep M. Llompart, Robert Graves o Guillem Colom, entre otros, a los que se acompañan ilustraciones de Miró. Su tirada limitada de 500 ejemplares ha convertido el libro en una cotizada pieza de coleccionista que testimonia la profunda relación entre su forma de entender el arte y la poesía.